Los desafíos que se presentan a futuro en el mundo laboral y el valor de las/os delegadas/os de SADOP.
Por Marina Jaureguiberry
Secretaria Gremial
SADOP-CDN
Las elecciones del 14 de noviembre nos dejaron un claro mensaje: la derecha viene por todo y por todas/os. Vienen por nuestros derechos adquiridos, pero también por el salario. Las/os militantes del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) tenemos grandes desafíos desde el lugar que nos toque estar. Así, las/os delegadas/os son el eje fundamental de esa contienda.
Un cuadro militante del Sindicato tiene cuatro grandes desafíos con los que se debe enfrentar.
Primero, es necesario saber leer los signos de los tiempos y ser capaces de analizar el contexto. Nos atravesó una pandemia y no estamos iguales. Se modificó el mapa de poder y de relaciones políticas. Eso, claramente, tiene incidencias sobre nuestra vida y salud. Lo que nos hace pensar la idea de que es aquí y ahora, en donde nosotras/os actuamos de manera sindical y con debates.
Es necesario saber leer los signos de los tiempos y ser capaces de analizar el contexto. Se modificó el mapa de poder y de relaciones políticas.
En segundo lugar debemos repensar y reestructurar cuáles son nuestra propuestas y cuáles son nuestras luchas. El Covid-19 cambió algunas cuestiones que tienen que ver con el proceso educativo, pero también con la economía y el mundo del trabajo.
Además, la pandemia puso arriba de la mesa el valor prioritario que tiene la salud y, en ese sentido, la relación que ésta tiene con nuestras condiciones de trabajo y el medio ambiente en el que lo desarrollamos.
Asimismo, y en esta coyuntura, debemos continuar dando pelea por recuperar el valor del salario de las/os compañeras/os.
No obstante, tenemos que saber y entender que se vienen debates muy duros que tienen que ver con la extensión de la jornada laboral y su contenido. Esto nos lleva a comprender que también estará en pugna la discusión del proyecto de país que queremos: con igualdad de oportunidades para todas/os y con una educación inclusiva, como un derecho y bien social.
Tercero, las/os delegadas/os deben pensarse como un actor político necesario e imprescindible. Las/os docentes privados tenemos mucho para decir sobre economía, salud, educación. Así quedó demostrado el año pasado, cuando fuimos protagonistas en la primera Paritaria en pandemia, ya que con la encuesta “Contanos para Cuidarte”, que realizamos en todo el país a educadores/as particulares, pudimos plasmar en datos reales y fehacientes sobre cómo transcurría el trabajo bajo la nueva modalidad virtual.
Las/os delegados deben pensarse como un actor político necesario e imprescindible.
Este esfuerzo colectivo nos permitió mantener la continuidad pedagógica durante 2020 y parte de 2021. Los resultados del sondeo fueron presentados en la negociación e influyeron en la creación de nuevos derechos, como la desconexión digital.
Por último, y tal como lo decíamos en el primer párrafo, parte de la lucha del presente es la disputa del sentido. Estamos convocadas/os a esa pelea, a clarificar de qué lado estamos y cuál es nuestro compromiso. Es nuestro derecho, pero también una necesidad. SADOP tiene una clara visión desde los derechos humanos, la igualdad y la Justicia Social.
Lucha del presente es la disputa del sentido.
Debemos fortalecer la unión a través de la idea de integración y hacer crecer el sentido de lo colectivo; entender que nadie se salva sola/o y que en nuestros principios sociales está lo colectivo.